2. Conceptos básicos

2.4. La investigación como bricolaje

Esta asignatura hace una apuesta clara por la definición de la actividad investigadora dentro del marco de la investigación cualitativa. Para entender qué es la investigación cualitativa (más allá del uso de un cierto tipo de técnicas de investigación) resulta útil pensar en el concepto de bricolaje.

Así, por ejemplo, un estudio que dedique el trabajo de campo al desarrollo de entrevistas en profundidad no tiene por qué ser cualitativo solo por el hecho de utilizar una técnica considerada cualitativa. Investigar cualitativamente significa mucho más que eso. Tal como indican Denzin y Lincoln:

«[el investigador cualitativo tiene que ser capaz de llevar a cabo] un gran número de tareas, desde hacer entrevistas hasta desarrollar intensivamente la autorreflexión y la introspección».

Denzin y Lincoln (2000, pág. 6).

«If the only tool you have is a hammer, you tend to see every problem as a nail.»

El investigador cualitativo parte del convencimiento de que la realidad social es una construcción a la que la cultura y la acción de las personas dan diferentes significados. Desde esta postura se plantean preguntas como las siguientes:

  • ¿Cuál es la relación entre el sujeto que lleva a cabo la investigación y el objeto estudiado?
  • ¿Qué factores contextuales intervienen en el proceso de investigación?
  • ¿Cómo contribuye la investigación a construir la realidad que se estudia?

La investigación cuantitativa, en cambio, se caracteriza por la defensa de una ciencia donde los sistemas de valores del investigador no interfieren en su labor. Siguiendo esta idea, las técnicas de investigación se centran en la tarea de medir la realidad a partir de la enumeración y el análisis de una serie de variables observables.

«La investigación cualitativa es una actividad situada que localiza al observador en el mundo. Consiste en una serie de prácticas interpretativas y materiales que hacen visible el mundo y lo pueden transformar.»

Denzin y Lincoln (2000, pág. 3).

Como ya se ha mencionado, el investigador cualitativo no estudia los fenómenos en sí mismos, sino los significados que la gente otorga a dichos fenómenos. El propio trabajo de observar y analizar la realidad se basa en una compilación de material simbólico que incluye notas de campo, entrevistas, conversaciones, fotografías, grabaciones de vídeo…

Volviendo al símil del bricolaje, el investigador que trabaja cualitativamente se caracteriza por saber emplear varias herramientas y combinar diferentes tareas. Puede hacer entrevistas con o sin grabadora, o a través de internet. También puede dibujar, fotografiar o grabar, tomar notas sobre la marcha o volcar las sensaciones obtenidas en una sesión de campo una vez esta haya finalizado. También puede analizar los datos obtenidos mediante una codificación manual o digital. Sabe que la calidad de lo obtenido es más importante que el número de personas entrevistables, encuestables u observables.

Sin limitarse a ver, el investigador se nutre de formas de mirar y de explicar lo que ha visto o lo que los demás quieren explicar. De todo ello puede resultar un libro, una película, un informe académico o un pliego de recomendaciones para la administración. El investigador que hace investigación cualitativa no se limita a observar, recoger y analizar los fenómenos que estudia, sino que pretende provocar una acción que de alguna manera transforme la realidad estudiada. Dicha transformación puede venir tanto de la propia intervención en el trabajo de campo como de las acciones recomendadas a los organismos que lo han encargado o son parte del estudio.