1.4. El rol del investigador
A menudo identificamos la investigación como una tarea reservada a una comunidad científica recluida en su torre de marfil. Esto hace que, de entrada, los estudiantes universitarios que no tengan interés en hacer carrera académica vean con cierto recelo las asignaturas orientadas a formar investigadores. Una vez graduados, sin embargo, se pueden encontrar que en la institución o empresa donde trabajan existe una demanda real de competencias curriculares encaminadas al desarrollo de investigaciones.
En esta asignatura partimos del convencimiento de que aprender métodos de investigación es un objetivo no solo gratificante y alcanzable para todo estudiante sino, además, una parte muy importante del bagaje final. De hecho, esta introducción a los métodos de investigación lleva aparejado el aprendizaje de la habilidad de pensar y actuar metódicamente ante cualquier situación que requiera una planificación en el logro de unos objetivos.
Por todo ello, los profesionales de la biblioteconomía y de las ciencias de la información y la documentación deben adoptar un rol proactivo. Se pueden desarrollar diversas tareas relacionadas con la investigación, independientemente de la unidad de información donde se trabaje (biblioteca, archivo, museo, centro de documentación, etc.). Entre estas tareas podemos encontrar (Glazier, 1992):
- Apoyar la investigación que conducen profesores, estudiantes, investigadores y gestores.
- Llevar a cabo investigación para su propia promoción.
- Determinar las necesidades de los usuarios de la unidad de información para mejorar los servicios y hacerlos más innovadores.
- Conducir investigación diseñada para ampliar la base de conocimiento de un área particular de interés o de especialidad.