1. Introducción a la investigación en el ámbito de la comunicación

1.2. Los orígenes de la investigación en comunicación

1.2.2. Los inicios

La madurez de cualquier área de conocimiento se mide por la actividad de investigación que genera. No es importante solo la cantidad de estudios que se llevan a cabo, sino también la diversidad de temas de investigación que se abren y que se consolidan como líneas a seguir.

En Cataluña, la investigación generada en torno a los medios de comunicación es relativamente reciente. La investigación en este ámbito comienza a cobrar solidez hacia los años ochenta, cuando se consolida definitivamente la institucionalización de las ciencias de la información en las facultades universitarias, además de en los centros públicos y privados de investigación. Para Jordi Berrio (1998), la eclosión de la investigación en comunicación se originó en «un ambiente intelectual» que recogía las siguientes condiciones:

  1. La existencia de una masa crítica de especialistas.
  2. La existencia de unas condiciones de trabajo que hacían plausible la dedicación a la investigación.
  3. La existencia de comunicación entre los especialistas y sus colegas extranjeros (intercambios, coautoría, estancias de investigación, congresos, etc.).
  4. La existencia de revistas especializadas, colecciones de libros y buenas bibliotecas que contenían toda la producción nacional e internacional.
  5. La existencia de bases de datos y de documentación.
  6. La existencia de fuentes de financiación.

Miquel de Moragas (2011) sitúa este momento en el contexto histórico del fin de la autarquía académica vivida durante la dictadura de Franco. La reconstitución del campo de la comunicación en torno a las facultades creadas a mediados de los años setenta supone, pues, la ruptura con los planteamientos autoritarios que habían guiado los estudios llevados a cabo en las escuelas de periodismo durante el franquismo. El proceso de democratización de la sociedad se reflejó, de este modo, en la instauración de la libertad de cátedra dentro de las instituciones académicas y en la apertura hacia los modelos teóricos de la comunicación desarrollados en otros países con democracias largamente instauradas.

El trabajo de explicar el fenómeno de la comunicación en Cataluña en este «ambiente intelectual» trajo aparejado, por un lado, el replanteamiento del por qué y del para qué de la investigación y, por otro lado, la adecuación de los estudios a las demandas de una realidad nueva en cuanto al paisaje comunicativo catalán (aparición de los nuevos espacios de comunicación locales y autonómicos, transformación tecnológica, redefinición de la industria mediática, ampliación del mercado comunicativo…).