4.5. Recursos informáticos para la investigación
4.5.1. Introducción
Al principio de este apartado hemos insistido en la importancia de que el equipo de investigación no caiga en un uso irreflexivo de las técnicas de investigación. Tenemos que hacer una recomendación similar respecto al uso de programas informáticos, especialmente durante la fase de análisis de datos. La revolución tecnológica ha comportado la difusión de poderosas herramientas prácticamente en todos los ámbitos cotidianos de la tarea de investigación, lo que implica un avance incuestionable y ha permitido un auge significativo de la actividad científica.
Sin embargo, los programas informáticos ejercen a veces una atracción excesiva entre la comunidad científica y provocan, también a veces, tanto filias como fobias desmesuradas. Hay muchas críticas que se construyen sobre prejuicios respecto a las funciones de estos programas, construidos casi sin manejo directo de las herramientas. De la misma manera, abundan los tecnófilos que las presentan como la solución definitiva para salvar los esfuerzos que implica cualquier investigación.
Por lo tanto, no se tiene que perder nunca de vista el hecho de que los programas informáticos son recursos a nuestro servicio y no se tienen que convertir nunca en objetos de adoración intelectual. Muy al contrario, nuestra primera misión tiene que ser siempre estudiar las acciones que llevan a cabo estos programas. Si no somos capaces de comprender la lógica que guía la elaboración de un cálculo estadístico o la vinculación entre códigos propia de un estudio cualitativo, no nos servirá de nada haber adquirido el programa informático más avanzado del mercado.
Sobre todo, tenemos que tener en cuenta los recursos que tenemos para utilizar los softwares.
Hoy día, se encuentran disponibles decenas de herramientas de análisis, de recolección de datos que intentan incluir las TIC en un trabajo que, tradicionalmente, ha sido elaborado casi de manera artesanal. No obstante, la mayoría de esos recursos informáticos tienen un alto costo. Esto quiere decir que muchas veces los recursos buenos y útiles requieren una inversión no solo económica sino de tiempo para aprender a utilizar la herramienta. Una de las posibilidades es utilizar las versiones de prueba que, generalmente, dan un mes de gracia. Pero para poder utilizarlas es necesario conocer el manejo de la herramienta y tener todo el material preparado para poder sacar provecho de ese mes. Cuando se tiene una investigación financiada, las instituciones suelen tener dinero para este tipo de productos. Si no tenemos estas ventajas, es probable que perdamos un tiempo valioso intentando aprender a usar el software y tratar de adquirirlo ya sea gratis o en una demo.